Y sí. Aunque no me guste se ve que yo
seré de esas madres historiadoras. Una mezcla de mamá Cora y Felipe
Pigna que te hace el twitter del día en que naciste, pero en verbal.
Para que lo sepan todos. Si es que el año anterior no te escucharon
no? Arranco siempre con el famoso “A esta hora estaba saliendo
para el Hopsital...” Al rato sigo: “A las 10 estaba en
pleno trabajo de parto...” una
pasadita de factura: “Vos naciste a las 12 pero a mi no
me dejaron almorzar hasta las 5 de la tarde... Y algo que seguro
tratará en terapia alguna vez: “Cuando el médico te dejó
arriba mío estabas super morado, con cabeza de huevo y el pelo largo
negro, después te prendiste a la teta...” (Imagino palabras de
Joaco “Basta mamá, demasiada informacioooon”). Pero guarda. Tal
vez hacemos terapia familiar porque esto es hereditario. Mi papá,
antes de que naciera Joaco escribía en facebook y/o me llamaba y me
contaba cómo fue mi nacimiento. Es el día de hoy que pasa cerca de
la clínica y me dice “Ahí naciste vos”. Como esperando que una
diga y/o haga algo más que decir “Ah!” (:-S). Por eso yo me juré
y rejuré no hacerlo con Joaco. Pero te juro (no confien en mis
juramentos) que no puedo. Surge. Son las 23.58 del día anterior y
una quiera o no está rememorando ESE día en el minuto a minuto. Y
cree que tal vez contándoselo a quien también fue protagonista se
emocione como una. Yo elijo pensar que es como dicen los psicólogos.
Que uno al recordar vuelve a vivir ese momento evocado y ¿quién no
quiere revivir el nacimiento de un hijo una y otra vez?
Cumpleaños II
Hace unos pocos días festejamos el
cumple de Joaco para el que durante dos meses visitamos casitas,
pedimos presupuestos, mangueamos torta, encargamos souvenires,
compramos ropa y mil etcéteras. El bello durmiente a 10 miunutos de
empezar oficialmente su cumple en una casita alquilada y con todos
los amigos esperando se dejó seducir por Morfeo y no había Cristo
que lo despierte. Lo sarandeamos un poco, disfrazamos (vestimos pero
para la ocasión) y allá fuimos, Obvio como todo ser humano que
quiere dormir y no festejar algo que todavía no entiende estuvo
berrinchoso tooda la tarde hasta.... Sí! Adivinaste! Hasta que
terminó el cumple y cada invitado se fue a su casa. Moraleja: no
festejes nada hasta que te lo pida. Es un desgate enorme de plata,
esfuerzo y entusiasmo tirado a la basura.
Cumpleaños III
Por esas vueltas de la vida y misterios
de universo como la reproducción del mosquito anófabo, mi bebé
decidió nacer apenas 6 días antes de mi cumpleaños. (Si estás
buscando bebé no dejes de leer esto y hacé bien las cuentas antes
de escribir a París). Es decir, de acá hasta que Joaco cumpla al
menos 15, yo no voy a poder soplar velitas que no hayan sido
apagadas, ni comer torta sin cortar (de Pocoyo, Autito, Ben 10 y
cualquier otro personaje nefasto que vaya a surgir), ni hacer un
festejo sin globos, ni charlar tranquilamente con amigos... es
decir... tengo que asmuir que cumpliré años el mismo día que mi
hijo, resoplaré sus velitas y abriré algún regalito escondido
entre los suyos. Y que me alcance.
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